El problema de las extorsiones desde las cárceles se ha convertido en una calamidad pública que exige respuestas urgentes. Sin embargo, la medida que en su momento se creía efectiva, como la adquisición de inhibidores o bloqueadores de señales móviles, ha resultado ser un rotundo fracaso.
El director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas, reveló que estos inhibidores son de la antigua tecnología 3G, mientras que la señal actual de los delincuentes opera con tecnología 4G y 5G. ¡Es como llevar una espada a una batalla de alta tecnología!
Con más de 5.000 víctimas de extorsión en lo que va del año, la situación es alarmante. La Procuraduría General de la Nación ha solicitado a varias entidades fortalecer su equipo técnico y humano para enfrentar esta problemática creciente.
Los bloqueadores también generaban serios conflictos sociales, dejando sin señal a los vecinos de las cárceles y afectando sus actividades diarias y laborales. Decisiones judiciales, incluidas tutelas, han prohibido su uso debido a estos inconvenientes.
La realidad es que los delincuentes han encontrado formas de burlar los bloqueadores, haciendo llamadas desde el interior de las prisiones y ejecutando sus acciones criminales con total impunidad.
La instalación de estos dispositivos resultó ser costosa y destructiva, ya que los internos los vandalizaban o pagaban a compinches externos para destruirlos. Los daños eran permanentes y la reparación, en muchos casos, inalcanzable.
Además, los bloqueadores afectan zonas aledañas a las cárceles, lo que provoca una serie de problemas para la población general, incluyendo la comunicación con servicios de emergencia como policía, ambulancias y bomberos. ¡Un riesgo para la seguridad ciudadana!
En definitiva, es hora de reconocer que los bloqueadores de señales son una solución obsoleta e ineficaz para enfrentar el problema de las extorsiones en las cárceles. Se requieren nuevas estrategias y tecnologías más avanzadas para hacerle frente a esta calamidad. ¡La seguridad y bienestar de la sociedad no pueden seguir siendo vulnerables ante un fracaso tan evidente!
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