Barranquilla enfrenta un persistente problema de extorsión que afecta gravemente a comerciantes y tenderos en la ciudad. Orlando Jiménez, presidente de la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco), ha denunciado que, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para controlar este flagelo en ciertos sectores, la extorsión se ha expandido a diferentes barrios, generando temor y afectando la actividad económica.
Jiménez afirmó: “Continúan las extorsiones a comerciantes, no paran. La problemática se dejó crecer demasiado y se extendió por toda Barranquilla. Intervenirla y controlarla es complejo”. Aunque las autoridades han logrado reducir significativamente las extorsiones en barrios como Chiquinquirá, San Roque y Montes —con reducciones de hasta un 80% y 90%—, el problema se ha desplazado a otras áreas de la ciudad.
Las autoridades controlan un barrio y los delincuentes extorsionan en otro. Es algo que ha echado raíces profundas”, agregó Jiménez. Esta situación ha llevado a muchos comerciantes a operar con miedo, especialmente en centros comerciales y plazas de comercio.
Desde Undeco, se apoya y colabora con las estrategias de seguridad implementadas por la administración distrital. Sin embargo, Jiménez considera que es necesario un esfuerzo adicional: “El llamado a la Alcaldía es que continúe con sus políticas, pero que refuerce aún más la presencia de la fuerza pública. El comerciante aspira a que este temor desaparezca para poder trabajar con tranquilidad”.
Los comerciantes han señalado que los responsables de las extorsiones son parte de la delincuencia común, lo que complica aún más la lucha contra este delito. A pesar de los avances en algunos sectores, el temor y la incertidumbre siguen siendo obstáculos significativos para retomar la normalidad en muchas zonas comerciales.
En respuesta a esta crisis, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para combatir la extorsión. En 2024, más de un centenar de personas han sido capturadas por este delito en Barranquilla. La administración municipal ha realizado inversiones en equipos tecnológicos y ha reforzado las estrategias de seguridad, incluyendo la instalación de cámaras en puntos críticos.
Yesid Turbay, jefe de la oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana, destacó que el 95% de los capturados han quedado bajo medidas privativas de libertad en centros carcelarios. Esto ha generado una mayor confianza entre los ciudadanos para denunciar estos delitos.
La extorsión sigue siendo un grave problema en Barranquilla, afectando tanto a comerciantes como a la economía local. La colaboración entre las autoridades y los gremios es crucial para abordar esta problemática. Los comerciantes esperan que se implementen medidas más efectivas para erradicar el miedo y permitir un entorno comercial seguro y próspero.
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