En la investigación también resultó implicada otra persona, quien ayudaría a la madre de los menores para abusar de ellos explotándolos sexualmente.
En la investigación se encontraron 91 imágenes del contenido para adultos que era grabado por la madre de los tres pequeños; un niño de 9 años, una niña de 7 y un bebé de apenas 19 meses, se informó.
La red International Child Sexual Explotation, encargada de combatir la pornografía infantil alrededor del mundo, fue quien dio con el paradero de la mujer.
El material para adultos era grabado en diferentes partes de la vivienda por la madre de estos tres menores; en uno de los videos se observaba a uno de los niños con uniforme de su centro educativo, lo que permitió dar con su paradero.
Gracias a la ayuda de las autoridades escolares, lograron identificarlos, ubicar su vivienda y proceder con la captura de la progenitora, quien los obligaba a realizar actos sexuales.
De acuerdo con las autoridades, la tía de los pequeños presuntamente trabajaba junto a la madre para la grabación del contenido e incluso, mantenían relaciones para «explicarles» qué debían hacer ellos.
«Miren a la cámara y pidan un regalito», era la frase que ambas mujeres utilizaban para vender el contenido pornográfico.
La captura de la madre de los tres menores se registró el pasado 22 de febrero, mientras que la tía escapó y fue capturada poco después en Yolombó, Antioquia.
Los menores afectados fueron puestos bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Mientras tanto, las autoridades manejan la tesis de que la mujer, siendo de bajos recursos, decidió explotar sexualmente a los tres menores para obtener ingresos económicos, involucrando poco después a su hermana.
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