Una operación secreta de la Fiscalía General de la Nación tuvo como protagonista a un agente encubierto que logró obtener pruebas contundentes contra el diputado Nicolás Petro y su expareja, Daysuris Vásquez.
Este agente, infiltrado en el esquema de seguridad del hijo del Presidente, siguió cada movimiento financiero y las reuniones con empresarios y personajes clave. Reveló que Nicolás estaba recibiendo dinero de personas cuestionadas en la costa, buscando justificar su origen. Además, se asesoraba con figuras de la misma Fiscalía, la Policía y políticos en campaña.
En varias ocasiones, el agente presenció las reuniones de Nicolás y escuchó detalles de sus conversaciones. Incluso, se habría sugerido al diputado que se fuera del país a Venezuela o Cuba para evitar problemas legales.
Las pruebas presentadas por la Fiscalía dejaron a Nicolás Petro acorralado, llevándolo a colaborar con la justicia mediante una sorpresiva declaración.