La tarde del viernes 12 de abril, la tranquilidad del barrio Buena Esperanza se vio sacudida por un acto de violencia sin precedentes. Aproximadamente a las 3:30 p.m., en la calle 64C carrera 18, un joven de unos 22 años perdió la vida en un atentado sicarial.
Según testigos presenciales, la víctima, cuya identidad aún no ha sido confirmada, se desplazaba en su motocicleta cuando fue abordada por dos individuos a bordo de una motocicleta Suzuki de color negro. Sin mediar palabra, uno de los sicarios, que viajaba como parrillero, sacó un arma de fuego y disparó contra el joven, causándole heridas mortales.
El joven, de contextura delgada y vestido con un buzo rojo, jeans azules y tenis negros, no tuvo oportunidad de defenderse ante el cobarde ataque. La escena del crimen quedó marcada por la violencia y la impunidad de los perpetradores, que huyeron rápidamente del lugar tras cometer el asesinato.
Este trágico suceso ha generado consternación en la comunidad del barrio Buena Esperanza y sus alrededores. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los motivos detrás de este acto violento y capturar a los responsables. Se espera que se haga justicia y se brinde seguridad a los residentes de la zona, que hoy lamentan la pérdida de un joven lleno de vida.