En un golpe significativo al crimen organizado en el sur de Colombia, las autoridades han capturado a 11 presuntos integrantes de las disidencias de las Farc, conocidas como la "Segunda Marquetalia". Este grupo, según las investigaciones, estaría involucrado en una serie de actividades criminales, incluyendo confrontaciones violentas y extorsiones en varios departamentos del país.
La acción conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA) de la Policía Nacional ha llevado al arresto de individuos señalados como responsables de mantener una confrontación armada con la estructura criminal liderada por alias Iván Mordisco, en una lucha por el control de las rentas ilícitas en los departamentos de Caquetá, Huila, Tolima y Meta.
Entre los detenidos se encuentran Faber Mauricio Hernández Tovar, alias Ronald Rodríguez; Darney Trujillo Bahamón, conocido como Cristian; Sergio Hernández Tovar, alias Piter Rodríguez; Wendy Dayana Galindo, alias Camila Rojas; Arnoldo González Moreno, alias Samuel; Kevin Aldemar Torres Ramírez, alias Wilson León; Zuleima Longa Santa, alias Faisury; Jhon Eider Trujillo Bahamón, alias "Steven"; Joaquín Angarita Acero; Mónica Cortés Briñez; y Roberd Anderson Rodríguez Bustos.
Estas personas son señaladas de constreñir e intimidar a comerciantes, ganaderos, transportadores y contratistas en al menos 20 municipios de los departamentos afectados, obligándolos a pagar extorsiones. Además, se les vincula con una confrontación armada con la estructura "Rodrigo Cadete" del autodenominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, en la disputa por el control de las rentas ilícitas en la región.
Ante estas acusaciones, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales les imputó diversos delitos, incluyendo fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones, así como concierto para delinquir agravado. Todos los procesados han aceptado los cargos y enfrentarán medidas de aseguramiento en centros carcelarios.
Este importante golpe contra el crimen organizado representa un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico y la violencia en el sur del país. Las autoridades reafirman su compromiso en la persecución de grupos ilegales y en la protección de la seguridad ciudadana en todas las regiones de Colombia.