La violencia cobró nuevamente protagonismo en el departamento del Atlántico con el reciente doble crimen registrado en Sabanagrande, donde Jorge Luis Padilla Mejía, conocido como ‘Jorgito’, figura clave en la organización criminal ‘Los Pepes’, fue una de las víctimas. Este suceso ha vuelto a poner de manifiesto la peligrosa influencia de grupos delictivos en la zona, así como las complejidades del panorama de seguridad en la región.
Padilla, quien ya había sido capturado anteriormente por su presunta implicación en un homicidio agravado y porte ilegal de armas en el barrio Pumarejo de Soledad, mantenía vínculos con la peligrosa estructura criminal ‘Los Pepes’, bajo el liderazgo de Aldair Gómez, alias ‘El Gomelo’, actualmente tras las rejas en Valledupar.
Las autoridades han sugerido que Gómez, desde su encarcelamiento, continuaba ordenando acciones criminales en la zona oriental del Atlántico, donde Padilla era señalado como uno de los ejecutores de asesinatos en Malambo y Soledad. El ataque contra Padilla se interpreta como un ajuste de cuentas, dado su historial de activar homicidios en la región.
El fatídico incidente tuvo lugar cuando Padilla se encontraba sentado en las escaleras de una vivienda, momento en el que un grupo de hombres armados llegó y abrió fuego contra él. Posteriormente, ingresaron al interior de la casa y dispararon contra Lennier Dave Gómez Villa, quien perdió la vida tras recibir múltiples impactos de bala.
Los perpetradores del crimen lograron escapar en motocicletas, dejando a Padilla gravemente herido. La Policía ha iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer los motivos detrás de este doble homicidio y detener a los responsables, en un esfuerzo por brindar justicia a las víctimas y garantizar la seguridad de la comunidad.
Este trágico episodio sirve como un recordatorio sombrío de los desafíos que enfrenta la región en materia de seguridad ciudadana y la urgencia de implementar medidas efectivas para combatir la influencia de grupos criminales como ‘Los Pepes’, cuyas acciones continúan sembrando el terror y la tragedia en la sociedad.