La ciudad de Barranquilla ha sido escenario de una creciente ola de delincuencia en los últimos años, especialmente dirigida a los comerciantes. A pesar de las reuniones de seguridad y las medidas anunciadas por las autoridades, la situación no parece mejorar. Los comerciantes, cansados de la falta de resultados y de las amenazas constantes, han decidido tomar medidas drásticas.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la situación no parece mejorar. Cada vez que ocurre un ataque o un hecho violento, las autoridades anuncian nuevas medidas de seguridad, como más policías en las calles o la implementación de tecnologías de vigilancia. Sin embargo, según los comerciantes, estas medidas no son efectivas y la delincuencia sigue creciendo.
Las reuniones de seguridad son otro tema que ha generado frustración entre los comerciantes. En estas reuniones, las autoridades informan sobre las acciones que están llevando a cabo para combatir la delincuencia y brindan consejos de seguridad. Sin embargo, los comerciantes se sienten cansados de escuchar siempre lo mismo, sin ver resultados concretos. En la última reunión, los comerciantes decidieron que ya no asistirán más, debido a que sienten que no se les está garantizando la seguridad que necesitan.
Los comerciantes también han propuesto otras medidas para mejorar su seguridad, como permitirles portar armas de fuego y una verdadera administración de justicia. Según ellos, la policía y el sistema judicial no están haciendo lo suficiente para capturar y castigar a los delincuentes.
La situación de la delincuencia en Barranquilla es preocupante y los comerciantes están hartos de la ineficacia de las autoridades. Se necesita una solución integral que involucre a todos los actores relevantes, desde las autoridades hasta la sociedad civil y los comerciantes mismos. Es necesario que se escuchen las voces de los afectados y se tomen medidas concretas para protegerlos.