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En Malambo: Prestamista acribillado en plena calle mientras la comunidad clama por justicia

GINA SANCHEZ

El barrio El Carmen de Malambo se ha convertido en escenario de una sangrienta pesadilla. En una tarde llena de violencia, la vida de un hombre, identificado preliminarmente como Javier, fue arrebatada en un brutal acto de homicidio. Según fuentes cercanas al caso, Javier era un prestamista y se encontraba en proceso de recuperación tras sufrir un accidente hace aproximadamente 20 días. Pero antes de que pudiera sanar completamente, su destino se vio truncado por balas despiadadas.

El lunes 24 de julio quedará grabado en la memoria de Malambo, pues fue testigo de cómo la oscuridad se apoderó de sus calles con este cruel asesinato. Testigos horrorizados relatan cómo el cuerpo sin vida de Javier yacía en la vía pública, mientras la sangre se mezclaba con el asfalto, convirtiendo el lugar en una escena de terror.

Las fuerzas del orden, sobrepasadas por la violencia desenfrenada, llegaron al lugar para acordonar la zona e iniciar las investigaciones, en un intento por encontrar respuestas a esta escalofriante masacre. ¿Qué motivó a los desalmados perpetradores a segar la vida de este prestamista en plena recuperación? Las preguntas son muchas, pero las respuestas aún escasean.

Este no es el primer episodio sangriento que azota a Malambo en julio. Unas semanas atrás, el barrio Mesolandia fue testigo del asesinato de Franklin Elías Pabón Camacho, un valioso enlace de la Alcaldía que brindaba apoyo a la población Lgbtiq+ en el municipio. Dos almas valiosas, arrebatadas por la mano implacable de la violencia en tan solo un mes, dejando a la comunidad sumida en la angustia y el miedo.

Los habitantes de Malambo claman por justicia y seguridad, exigiendo que las autoridades pongan fin a esta ola de terror que ha invadido sus calles. Las familias se sienten vulnerables, sin saber quién será la próxima víctima de esta brutalidad sin control.

Este funesto incidente deja una lección amarga y contundente: nadie está a salvo en estas calles tomadas por la violencia. Malambo debe unirse y luchar contra esta oscuridad que amenaza con devorar la paz y la tranquilidad que una vez reinaron en sus alrededores.

La comunidad entera se solidariza con los familiares y amigos de Javier, quien deja un vacío imborrable en sus corazones. Es hora de que la justicia actúe con fuerza y celeridad, para que los culpables de esta masacre enfrenten el peso completo de la ley.

Malambo, una comunidad herida y enfurecida, no descansará hasta que la paz sea restaurada y estos actos de barbarie se erradiquen de sus calles. Es tiempo de que las autoridades se unan al clamor de su pueblo y emprendan acciones decisivas para devolver la tranquilidad a esta ciudad que hoy vive en la sombra del miedo.

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