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  • GINA SANCHEZ

Evidencia policial crucial contra acusado de estrangular a su expareja


En el juicio que sigue a Manuel Ramón Zapateiro Romero, acusado de feminicidio en el caso de Rosa María Garizabalo Bornachera, tres agentes de policía – Edwin Carreño López, Jorge Alfredo García Pérez y Nelson Llolrente – han testimoniado como testigos. El incidente ocurrió el 21 de febrero de 2022 en el barrio Santa María de Barranquilla, cuando se alega que Zapateiro Romero estranguló a su ex pareja con un zuncho.

En sus testimonios, los oficiales presentaron pruebas contundentes que habían recopilado en calidad de investigadores del caso. Carreño López presentó imágenes del cuello de la víctima en la morgue, que mostraban las lesiones causadas por el zuncho que, presuntamente, Zapateiro Romero habría utilizado en el crimen.

Jorge Alfredo García Pérez mostró el mismo tipo de zuncho blanco que se presume fue usado en el asesinato. Además, Nelson Llorente relató cómo los familiares proporcionaron información sobre la ferretería donde Zapateiro Romero compró el material, adquiriendo dos unidades por 800 pesos.

Estos testimonios tienen un valor fundamental para la Fiscalía en este caso. Se anticipa que no habrá más testigos por parte de la acusación, y el turno de la defensa se avecina. La continuación del juicio oral está programada para el 20 de septiembre.

El crimen tuvo lugar en medio de un apagón en el barrio, lo que proporcionó la oscuridad necesaria para que Zapateiro Romero presuntamente cometiera el estrangulamiento de Rosa María y huyera sin ser detectado.

Entre las pruebas en manos de la Fiscalía se encuentra un video en el que Zapateiro Romero compra un zuncho similar al encontrado en el cuello de la víctima, por 800 pesos, en una ferretería del mismo barrio esa misma mañana.

Cabe mencionar que Manuel Ramón Zapateiro Romero tiene antecedentes en un caso similar. En 2011, fue implicado en la muerte de su entonces pareja, una adolescente de 14 años. Aunque en principio se pensó que había sido un suicidio, las pruebas demostraron que hubo estrangulamiento. En 2021, fue condenado a 35 años y 10 meses de prisión por este caso, que lamentablemente prescribió debido al incumplimiento de los testigos policiales, dejando la posibilidad de que quede en libertad como parte de la investigación por el crimen de Rosa María Garizabalo Bornachera.

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