La noche del sábado 9 de septiembre en Tierralta, Córdoba, se convirtió en un escenario digno de una película de suspense. Dos eventos impactantes mantienen en vilo a la comunidad local, mientras el misterio se espesa en esta tranquila región del sur de Colombia.
Todo comenzó cuando testigos que transitaban por la vía que conecta el casco urbano de Tierralta con la Central Hidroeléctrica Urrá, cerca de la vereda Los Pollos, avistaron una escena infernal. Un automóvil estaba envuelto en llamas, ardiendo con una intensidad que iluminaba la oscuridad de la noche. La alarma se propagó rápidamente, y los Bomberos fueron alertados de inmediato.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate, el vehículo quedó reducido a cenizas, pero eso no fue lo más inquietante. A pocos metros de la tragedia automovilística, se descubrió un cadáver que heló la sangre de todos los presentes.
La víctima, posteriormente identificada como Juan Carlos Castrillon Vanegas, yacía sin vida al borde de la carretera. Pero lo que dejó a todos conmocionados fueron los horribles signos de tortura que presentaba su cuerpo, además de los impactos de bala que lo atravesaban.
El misterio se cierne sobre Tierralta, ya que hasta ahora no se ha establecido una conexión clara entre estos dos escalofriantes sucesos. Las autoridades se han movilizado rápidamente, iniciando una investigación que arroje luz sobre este enigma que ha sacudido a la comunidad local. Las respuestas esperadas parecen estar ocultas en la sombra de la noche, y los habitantes de Tierralta ansían el esclarecimiento de estos perturbadores eventos.