Desde hace semanas, los residentes y comerciantes de la calle 30 han estado lidiando con una situación preocupante: las obras de recuperación en este tramo se encuentran paralizadas. A medida que el tiempo pasa, la movilidad en la zona se vuelve cada vez más compleja, generando un impacto negativo significativo en la calidad de vida de quienes habitan y trabajan en el área.
Durante un recorrido realizado por la zona, se pudo constatar la frustración y el malestar de los usuarios, quienes se enfrentan a largas filas de vehículos que intentan transitar por la vía. Los peatones, en particular, se ven especialmente afectados, teniendo que lidiar con la peligrosa tarea de cruzar la calle debido al incumplimiento de los semáforos en rojo por parte de los conductores.
Los testimonios recabados reflejan la preocupación y la impaciencia de la comunidad. Uno de los residentes, quien prefirió mantenerse en el anonimato, expresó su frustración por la falta de progreso en las obras, señalando que después de un mes de paralización, no se ha visto ningún avance significativo. "Las máquinas están empolvadas, pero no por el polvo de trabajar, sino de no usarse", lamentó.
Además, los ciudadanos denuncian la escasez de trabajadores en el sitio, lo que contribuye a la demora en la entrega del proyecto. Según uno de los afectados, la falta de contratación de personal local agrava la situación, ya que la comunidad no ha recibido beneficios directos ni indirectos de estas obras.
Por otro lado, los comerciantes de la zona también han sido afectados, reportando varios accidentes debido al desorden y caos que impera en la calle.