De acuerdo con un desglose de gastos presentado por Forbes, implementar la reforma a la salud en Colombia en los próximos años costaría alrededor de 23 billones de pesos. Los mayores costos estarían relacionados con la construcción y mejoramiento de infraestructura, la instalación de los Centros de Atención Primaria (CAP), la capitalización de la Nueva EPS y la formalización de los trabajadores de la salud, especialmente en zonas vulnerables del país. Sin embargo, según El Tiempo, la reforma tributaria propuesta por el gobierno solo recaudaría alrededor de 20 billones de pesos. Esto significa que habría un déficit de alrededor de 3 billones de pesos entre lo que se recaudaría y lo que se gastaría en la reforma a la salud. Una de las propuestas de la reforma a la salud es el fin de las cuotas moderadoras que los trabajadores pagan mensualmente a las EPS. Según Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana, el presupuesto para compensar la pérdida de ingresos por este concepto vendría del Estado. Tanto el presidente Gustavo Petro como la ministra Carolina Corcho han asegurado que el Presupuesto General de la Nación contempla estos recursos. En resumen, aunque la reforma a la salud en Colombia tiene como objetivo mejorar el sistema actual y beneficiar a los trabajadores, su implementación requiere una inversión significativa que no estaría completamente cubierta por la reforma tributaria propuesta.