Una juez de control de garantías ha impuesto medidas de aseguramiento privativas de la libertad en un centro carcelario a tres personas por su presunta participación en un triple homicidio que ocurrió en la zona rural del distrito de Riohacha.
El trágico suceso tuvo lugar el 12 de enero del año en curso en la entrada de Puerto Caracol, en la vía que conecta Riohacha con la ciudad de Santa Marta. Las víctimas, identificadas como Omar Sebastián Pérez Peñaranda, Jenny Carolina Ortega Triana (embarazada) y un menor de edad aún sin identificar, fueron asesinadas y luego incineradas en un acto atroz.
Las personas acusadas en este caso son Jerleyn Benjamín Castañeda Rayo, Laura Gabriela Rodríguez Contreras y Breyder Alexander Rodríguez Contreras, quienes fueron arrestados a finales del mes de agosto en los departamentos de Sucre y Norte de Santander. Una fiscal del Grupo de Homicidios Colectivos de la Delegada para la Seguridad Territorial les imputó el delito de homicidio agravado.
La investigación ha revelado detalles impactantes sobre la planificación y ejecución de este crimen. Se determinó que Laura Gabriela Rodríguez Contreras llevó a cabo los trámites para alquilar un vehículo por ocho días en Barranquilla, y el contrato de arrendamiento fue firmado por Jerleyn Benjamín Castañeda Rayo. Aunque en un principio se indicó que el destino sería Santa Marta, el seguimiento mediante un dispositivo satelital instalado en el vehículo reveló que se dirigieron a La Guajira.
Paralelamente, el 9 de enero de 2023, Breyder Alexander Rodríguez Contreras viajó en avión desde Medellín a Barranquilla y luego se desplazó a Riohacha. El 12 de enero, estas tres personas se encontraron y se dirigieron a la entrada de Puerto Caracol. Posteriormente, compraron ocho llantas en un establecimiento de comercio, las cuales habrían utilizado para incendiar a las víctimas en la fatídica noche.
Las pruebas recopiladas incluyen videos de cámaras de seguridad, análisis de las señales de los teléfonos celulares de los presuntos homicidas y otros elementos que indican que regresaron al lugar durante la noche y llevaron a cabo el horrendo acto antes de huir del sitio.