Los conductores deben prepararse para un nuevo golpe en sus bolsillos, ya que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha anunciado que el precio del galón de gasolina continuará escalando y se espera que alcance los $16.000 pesos en promedio. Esta noticia llega como un nuevo desafío para los ciudadanos que ya enfrentan una situación económica apretada.
En contraste, Bonilla destacó que el precio del ACPM (diésel) se mantiene estable, al menos por ahora. El diésel ha permanecido congelado desde el 1 de enero de 2020, y el actual Gobierno no tiene planes de modificar esta situación en el corto plazo. Esta distinción en los precios de los combustibles genera una mezcla de expectativas y preocupaciones entre los consumidores.
El Ministerio de Hacienda ha defendido que los precios de la gasolina y el ACPM en Colombia son relativamente bajos en comparación con otros países de América Latina. Se atribuye esta situación al funcionamiento del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Sin embargo, es importante señalar que, a pesar de esta afirmación, los conductores todavía sentirán el impacto de los incrementos.
Es crucial resaltar que el FEPC (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles) enfrentó un déficit considerable en 2022 de $36,7 billones, y se proyecta que esta cifra llegue a $17,8 billones en 2023, con un 77% de este déficit atribuido al ACPM.
En medio de esta situación, los conductores tendrán que adaptarse a los nuevos costos y buscar maneras de afrontar el impacto en sus finanzas. La incertidumbre persiste mientras los precios de los combustibles continúan su ascenso, dejando a la población a la espera de nuevas decisiones económicas y medidas de alivio.