En el barrio Nueva Colombia, al suroccidente de Barranquilla, una vivienda de estrato 1 se enfrenta a un inusual problema: un recibo de energía por más de 3 millones de pesos. Esta situación se suma a más de 10 facturas anteriores que también superan el millón de pesos, llevando la deuda total con la empresa Air-e a más de 56 millones de pesos.
Lucelina Rocha, residente de la zona, está en medio de un conflicto con Air-e debido a los reiterados cargos exorbitantes en su factura de energía. A pesar de no contar con un contador que mida su consumo exacto, el último recibo que recibió superó los 3 millones de pesos, lo que ha exacerbado su preocupación por una deuda ya insostenible.
Lo curioso es que la casa alberga a una joven que se dedica a hacer trenzas y peinados, actividades que no requieren el uso de aparatos eléctricos como planchas o secadores. A pesar de ello, los cobros se mantienen elevados, como si el lugar fuera una peluquería en pleno funcionamiento.
Lucelina expresa su desconcierto: "En la parte de abajo eso es un ventorrillo donde venden cositas, no hay una tienda como tal y una joven que vive aquí que se rebusca peinando y haciendo trencitas, pero sin usar planchas ni secadores".