Gobierno improvisa: Mesa de Seguridad Nacional nace entre discursos, pero sin soluciones reales para líderes comunales

Con bombos y platillos, el Gobierno Nacional lanzó la Primera Mesa de Seguridad Nacional para frenar la sangría de líderes comunales asesinados en todo el país. El encuentro reunió a ministerios, Fuerzas Armadas, Procuraduría y hasta a organismos internacionales, pero al final dejó la sensación de un acto protocolario más que una estrategia contundente.

Mientras en Bogotá se reparten discursos y promesas, en las regiones los líderes siguen cayendo bajo las balas de grupos armados. Los anuncios de "rutas de atención" y "planes de acción con enfoque diferencial" contrastan con la ausencia del Estado en veredas y municipios dominados por el miedo.

Para las comunidades, esta mesa parece más un intento de lavar la imagen del Gobierno que una solución estructural. Los líderes comunales no necesitan comunicados ni compromisos sobre el papel: exigen seguridad real, justicia para sus muertos y garantías para seguir trabajando por sus territorios.