En medio de crecientes preocupaciones económicas, el anuncio del Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sobre un posible incremento en el precio del diésel ha generado inquietud en los hogares colombianos. Tras el reciente aumento de $400 en el precio de la gasolina, que la situará en $13,964 por galón para septiembre, la mirada ahora se centra en el diésel y su potencial escalada a alrededor de $16,000 por galón.
El Gobierno Nacional ha adoptado una estrategia progresiva de incrementos mensuales en el valor de la gasolina, siguiendo la visión de Gustavo Petro, con el objetivo de mantener a flote el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Sin embargo, hasta ahora, el precio del diésel había permanecido inalterado desde el año pasado.
La tranquilidad de no ver cambios en el precio del diésel pronto podría desvanecerse, ya que se anticipa que este combustible también experimentará un aumento en los próximos meses. Según el Ministro Bonilla, aunque no se espera que el precio del diésel se toque durante lo que queda de 2023, es inevitable que los colombianos enfrenten una realidad más costosa en un futuro cercano.
El Ministro enfatizó que el diésel ya está siendo costeado a precio internacional, rondando los $16,000 por galón, similar al camino que está siguiendo la gasolina. Sin embargo, se espera que el aumento del diésel sea más gradual, extendiéndose durante al menos un año y medio. Esta medida, en línea con la estrategia implementada para la gasolina, está destinada a cerrar el déficit en el FEPC para 2025.
La noticia también plantea la posibilidad de una transformación en la política de combustibles del país. El Gobierno planea incentivar la transición hacia alternativas de combustibles más sostenibles, lo que podría implicar un cambio en el parque automotor hacia opciones más amigables con el medio ambiente. Si bien esto está en las etapas iniciales de discusión, se vislumbra como una futura dirección para mitigar la dependencia de los combustibles fósiles.