En una emocionante contienda futbolística, el equipo argentino River Plate sufrió una derrota de 2-1 en tiempo reglamentario y luego en una extensa serie de penales contra el Internacional de Porto Alegre. Esta derrota significó la eliminación de River Plate en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El partido estuvo lleno de acción y tensión, con Gabriel Mercado y Alan Patrick anotando los goles para el equipo brasileño, mientras que Robert Rojas descontó para River Plate, llevando el partido a la tanda de penales después de que River Plate había ganado el partido de ida por 1-0.
En una definición por penales dramática, el Internacional finalmente se impuso 9-8, avanzando a los cuartos de final de la Copa Libertadores. El héroe del partido, el portero del Internacional, Sergio Rochet, aseguró la victoria al detener el noveno penal cobrado por Robert Rojas de River Plate.
El emocionante enfrentamiento estuvo marcado por momentos de confusión y emoción en ambas mitades del campo. El cuadro anfitrión, dirigido por el entrenador argentino Eduardo "Chacho" Coudet, luchó por mantenerse en el juego después de una serie de errores en su juego ofensivo. El ecuatoriano Enner Valencia logró inquietar al portero visitante Franco Armani con sus jugadas.
A pesar de los esfuerzos del equipo argentino, el Internacional tomó la delantera en el minuto 69 con un gol de Gabriel Mercado tras un tiro de esquina. Alan Patrick amplió la ventaja en el minuto 77 con un tiro libre preciso. Sin embargo, River Plate no se rindió y Robert Rojas anotó en el último minuto, dando un rayo de esperanza para el equipo.
Con un fútbol arriesgado y decidido, River Plate presionó en el tiempo reglamentario, buscando igualar el marcador. A pesar de los intentos finales de Rodrigo Aliendro y Enzo Díaz, el equipo argentino no pudo evitar la derrota.
La tanda de penales fue un emocionante duelo de nervios y habilidades, y finalmente, Internacional emergió como el vencedor. El equipo brasileño enfrentará al Bolívar en los cuartos de final, después de que el Bolívar eliminara al Athletico Paranaense en otra serie de penales.
El estadio Beira-Rio en la ciudad de Porto Alegre fue testigo de este apasionante enfrentamiento, con aproximadamente 50,000 espectadores siguiendo cada momento de esta batalla en la Copa Libertadores. El árbitro uruguayo Andrés Matonte supervisó el juego, mostrando tarjetas amarillas a lo largo del partido para mantener el control disciplinario.