El pasado 31 de enero, Yohenis Calvo Castellón, una mujer de 24 años, le arrojó agua caliente a su hija de seis años mientras la calentaba para bañarla en el barrio Santo Domingo sur de Barranquilla. El padre de la menor denunció el caso, luego de recogerla de la casa de sus abuelos y escuchar los gritos de la niña, quien le aseguró que su madre la había quemado.
La Policía de Infancia y Adolescencia de Barranquilla reportó la captura de la madre, por el delito de violencia intrafamiliar agravada. Según fuentes consultadas, la mujer confesó al equipo médico del centro de reposo donde estaba siendo tratada por problemas psiquiátricos, que el lanzamiento del agua hervida fue planeado por ella misma en medio de posibles conflictos personales con su expareja sentimental.
La menor sufrió quemaduras de cuarto grado en varias partes de su cuerpo, incluyendo los hombros, el brazo izquierdo, el cuello, la cara, el tórax superior y la región lumbar. A pesar de que ha presentado mejorías en los últimos días, la primera capa de su dermis se vio comprometida por las quemaduras.
José Marín, un familiar de la pequeña, agradeció los esfuerzos de la clínica San Ignacio por contribuir de manera profesional en su proceso evolutivo, pero lamentó que la menor no pueda superar el trauma que le generó el actuar de su progenitora. "Estamos esperando que ella hable y nos cuente cómo sucedieron los hechos, pero agradecemos a la clínica por prestar un excelente servicio".
En conclusión, el caso ha conmocionado a la capital del Atlántico y ha evidenciado la necesidad de tomar medidas para prevenir la violencia intrafamiliar y proteger a los niños y niñas de situaciones de riesgo.